

Cómo cuidarte en verano: 5 claves para no perder el equilibrio metabólico
Con la llegada del verano es normal que seamos más laxos. Nos cuesta más mantener nuestra rutina deportiva o cuidar la alimentación. Y si la hemos cumplido a rajatabla durante todo el año, es común que aparezcan pensamientos intrusivos, como el sentir que hemos tirado por la borda todo el esfuerzo de tantos meses.
Esto no tiene por qué ser así, de hecho es hasta contraproducente, puesto que la clave de una vida saludable también supone disfrutar de las vacaciones sin ataduras, culpabilidades o exigencias extremas. Recordad que “toda piedra hace pared”. Cualquier minuto de deporte, pieza de verdura, fruta o porción de proteína, suma.
Por eso, aquí te compartimos una pequeña lista de consejos muy fáciles de incorporar para mantener nuestra composición corporal en verano (y sobretodo dejar de culpabilizarnos):
Entrena menos pero no dejes de moverte
Decirle adiós al gimnasio durante unas semanas no tiene por qué ser una renuncia a movernos del todo. Hay ejercicios o actividades que también cuentan como deporte, como:
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Nadar en la piscina o en la playa, al activar nuestro cuerpo sin dañar a nuestras articulaciones. Una práctica que a nivel cardiovascular también tiene múltiples beneficios, así como un efecto relajante.
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Andar es uno de los mejores ejercicios para optimizar la sensibilidad a la insulina, sobre todo después de comer.
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Subir escaleras o incorporar cualquier rutina al aire libre, como ejercicios con cintas o bandas.
En resumen, sigue manteniéndote activo. Lo importante es seguir con los mismos hábitos, -aunque sea con menor esfuerzo- para evitar perder masa muscular.
Intenta incorporar proteínas o fibra a tus comidas
Salir a comer y a cenar fuera con frecuencia provoca que la ingesta de sal, carbohidratos o grasas saturadas sea más frecuente o elevada de lo normal.
¡No pasa nada! Lo importante es que tratemos de incorporar al menos una fuente de proteínas o fibra cada día. Lo ideal es consumirla en el desayuno, al ser la comida que más se suele hacer en casa. Claras de huevo, queso fresco batido, tofu, bebidas vegetales o lácteos a base de soja son de las mejores opciones.
Otra de las alternativas que conviene incorporar es la fibra: alimentos como lentejas tienen la ventaja de contar con ambas de esas dos fuentes. Esto nos hará mejorar la glucosa, niveles de colesterol o triglicéridos y la salud intestinal.
Si necesitas una ayuda "extra", nuestro Metabolic-Max está destinado a apoyar la salud del hígado y a mantener esos niveles de colesterol o glucosa en sangre en valores normales.
Cuida el descanso
El calor, las cenas tardías y los cambios de rutina alteran el sueño. Y dormir poco afecta a las hormonas, apetito y energía.
Por eso, se recomienda mantener una temperatura fresca para dormir: entre 18 y 20 Cº.
Trata de reducir el alcohol
El mejor alcohol siempre será el que no se tome. Según la Dra. Médico-Científica, Isabel Viña, nunca habrá una cantidad saludable de alcohol o justificable. Sin embargo, lo más común es que en verano esa ingesta suba, más aún en España.
Por eso, si vamos a beber más, lo ideal es intercalar las copas con agua para evitar la deshidratación y resaca. Recuerda que el alcohol puede alterar el sueño y nuestro metabolismo.
Evita la retención de líquidos
Como comentamos en artículos anteriores, es normal sentirnos más hinchados o pesados en verano. El calor dilata los vasos sanguíneos y la ingesta excesiva de sodio aumenta la retención de líquidos extracelular.
Por eso:
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Incluye alimentos ricos en potasio en tu alimentación, como el aguacate, plátano, boniato, espinacas o tomate.
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Infusiones y complementos naturales como ortiga, diente de león, castaño de Indias o diosmina.
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Hidrátate bien y muévete con regularidad para mejorar la circulación.