¿PARA QUÉ SIRVE LA VITAMINA C?
La vitamina C es uno de los antioxidantes más potentes del cuerpo humano. Neutraliza los radicales libres al donar electrones, protegiendo las células y los tejidos del daño oxidativo que puede conducir al envejecimiento prematuro y a diversas enfermedades crónicas.
- Ayuda en la síntesis del colágeno
La vitamina C es esencial para la síntesis de colágeno, una proteína estructural crucial para la piel, huesos, tendones y vasos sanguíneos. Actúa como cofactor de las enzimas prolil e hidroxilil hidroxilasas, responsables de estabilizar y entrecruzar las fibras de colágeno.
- Favorece la cicatrización de heridas
Mejora la elasticidad y firmeza de la piel, lo que contribuye a una apariencia más joven. Refuerza los vasos sanguíneos y reduce la fragilidad capilar.
- Fortalece el sistema inmunológico
Ayuda a producir proteínas clave contra infecciones virales. Protege a los linfocitos de los radicales libres. Participa en la modulación del sistema inmune: esto es, evita que haya respuestas inmunológicas excesivas. Por lo que permite que nuestro sistema inmune actúe hasta donde debe sin excederse.
SABÍAS QUÉ...
A diferencia de muchos animales, los seres humanos no pueden sintetizar vitamina C por sí mismos. Esto se debe a una mutación genética que desactivó el gen necesario para producir esta vitamina, lo que nos obliga a obtenerla exclusivamente de la dieta.
La vitamina C no se almacena en grandes cantidades en el cuerpo, ya que es hidrosoluble. Cualquier exceso se elimina por la orina, por lo que es importante consumirla regularmente para mantener sus niveles adecuados.
Aunque las naranjas son famosas por su contenido en vitamina C, hay alimentos que contienen mucho más, como los pimientos rojos (casi el triple de vitamina C que una naranja) y el kiwi.
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